jueves, 21 de marzo de 2013

Desenfocados

   
   El recorte de profundidad de campo que te da la Canon es algo que por lo visto se la pone dura a los cineastas canarios actuales.
   Tantos años de tener enfocadas las paredes y los fondos por lejos que estos estuvieran parece que ha causado estragos en el estilo cinematográfico actual.

   De pronto nos hemos visto con el juguete de la escasa distancia focal en las manos y nos ha dado tal ataque repentino, que nos hemos puesto ahí a desenfocar los fondos como locos, a meter todos los planos cerrados en tele, y a juguetear con el trasfoque de una forma que raya lo enfermizo.
   Enfoco el primer término y desenfoco el segundo. Venga vale. Pero entonces trasfoco y enfoco el segundo desdibujando el primero... venga, bueno, vale... pero joder, dentro del mismo plano no me vuelvas a trasfocar "porque sí" y me vuelvas a enfocar otra vez el primer término, que ya lo vi antes cuando lo enfocaste la primera vez. No me redundes la información así.

¿Y cuando tienes enfocada la nariz pero la oreja no? ains...

   Me pone de los nervios, lo admito. Y es algo que ves cada día mas y mas en el lenguaje cinematográfico actual.

   Joder,  ni el cine "de verdad" tenía esa escasa profundidad de campo, y sin embargo parece que todo lo que no veamos con esa estética no está en la onda actual.
   Supongo que es absurdo hablar de Orson Welles, Kubric o, por citar alguno mas actual, el mismo Tarantino, realizadores que buscaban una gran profundidad de campo, enfocar bien los términos para trasmitir la máxima información.
   Inútil supongo hablar de Gregg Toland o Storaro...

   Kubric en "El Resplandor" uso la profundidad de campo magistralmente. En las pelis de terror, se tiende a desenfocarlo todo en plano cerrados, para que no se sepa de donde vendrá el terror, mientras que el maestro neoyorquino optó por lo contrario. Planos abiertos, en angular, todo bien visible, para insinuar que el terror no podía venir de ningún sitio, ya que todo el solitario Overlook estaba a la vista, y sin embargo, ese terror estaba ahí.

   Por eso creo que nos estamos equivocando. Cada historia "pide" una cosa diferente, cada relato necesita de una fotografía acorde con su narrativa.
   Pero nosotros sentimos un orgasmo existencial y artístico cada vez que desenfocamos y enfocamos ahí sin pies ni cabeza...

   Pues bueno, pues vale. Cuánto daño ha hecho la Canon de los cojones...

viernes, 15 de marzo de 2013

Eres "mu" tonto

   
Sinceramente, ir por ahí presumiendo de que tienes un traveling, o luces, o que tu rodaje "sí" que es un rodaje de verdad, bueno, demuestra cierta pobreza de espíritu.

   Pero lo realmente grave se que te pongan a "auto-compararse" con los demás, y a comparar los medios de los que disponen en un rodaje concreto, con los medios que disponen los demás en los suyos.
   Y digo grave, por no decir triste, porque me parece un ejercicio inútil recordaros que cuando ustedes aún no habían "nacido", otros ya estábamos rodando "a lo espectacular". o lo que coño sea ese concepto que tenéis de lo que debe ser el cine.

   Allá por el 2002 (ha llovido), lo mejor de lo mejor que existía, como ahora lo es la Red One, era la Betacam Digital. Por encima de ella sólo estaba la Alta Cine.
   Y ya en esa lejana fecha, yo rodé con ella, con una grua, con traveling y una steadycam.

   ¿Y soy mejor persona por ello? Lo dudo.

Por supuesto, es sencillo mirar hacia los que hoy hacemos cine leve, hacia nuestros mini equipos de rodaje, hacia nuestra falta voluntaria de medios, y sentirse superior.
   El talento no radica en los medios, ni en el presupuesto, aunque éste sí que determina el estilo.

Pero no se equivoquen, eso no les hace mejores cineastas, y no hablemos ya de mejores personas.

   Lo que no saben, o no quieren saber, es que los que hemos abrazado el cine leve, lo hemos hecho porque estamos de vuelta, de regreso de ese otro cine onanista, prepotente, narcicista y ególatra, de ese cine de "miren miren lo que hago, no les va a quedar mas remedio que adorarme... pero ¿a donde van? vengan a adorarme..." que tanto les gusta.

  Por ese rumbo ya hemos viajado, fuimos y nos volvimos, y ahora estamos aquí.

Algunos simplemente han dejado de rodar, ante la falta de subvenciones estatales con las que mantener su caché de cara a la galería. Otros quieren seguir rodando, pero se embarcan en proyectos casi imposibles con el mismo fin.
   Sinceramente, amigos, les compadezco...

   Pero bueno. Todo eso es ley de vida. Supongo que siempre ha sido así.
Pero lo que me hace pensar que son ustedes "mu" tontos, compañeros, es que vayan alegando como marujonas de bingo por detrás, diciéndole a los actores y a las actrices que "rodar con esos del cine leve" es perder el tiempo, que no somos serios, que con ustedes si que se rueda en serio, que sus rodajes si son "de verdad"...
No sé que diría el psiquiatra... A lo mejor dice que eres "mu" tonto...

miércoles, 13 de marzo de 2013

Un puto corto canario en la corte del Festival de Lanzarote

   
   Que hacer cine en Canarias es más dificil que en la Península es algo que sabe cualquier tonto, pero por si hay alguien que es mas tonto aún, lo volveremos a explicar.

   Por ejemplo, cuando rodamos "Los Pechos de Paula" en 2009, necesitábamos el vestuario acorde con la ambientación del siglo XIX.
   Intentamos buscarlo aquí, en Las Palmas y en Tenerife, y sólo conseguimos retales y piezas sueltas, algunas anacrónicas entre sí.
   Así que me pillé un vuelo a Madrid, me planté en Cornejo con 1000 euracos y alquilé todo el vestuario que necesitábamos.
  Luego hubo que enviarlo desde Madrid a Canarias, dos grandes cajas que pagaron sobrepeso en el aeropuerto etc etc.

   Si yo hubiera vivido en Madrid, me hubiera ahorrado el avión, los gastos de trasporte, los sobrepesos.
   Joder, y si hubiera vivido en Toledo o en Zaragoza me hubiera bastado con pillar el coche...

   ¿Está claro el ejemplo? Porque tengo más... ¿no hace falta? pues vale...

   Por eso, y por otras razones, los festivales de cine de Canarias solían contar con una sección canaria donde los trabajos canarios encontraban su espacio a modo de discriminación positiva.
   Discrminación positiva que no es tal en realidad, ya que otros festivales de la Península, de zonas no periféricas y por lo tanto no discriminadas, también mantenían en su programación secciones autóctonas.

   Uno de esos festivales canarios era el de Lanzarote, al que yo mismo alabé su política en un ya lejano post en este mismo blog, y que se había convertido en un importante referente de la cinematografía corta canaria, al ser uno de los pocos supervivientes tras la "muerte por chocolate" del Festivalito, Las Américas, Maspalomas etc etc.

   Este año, el festival anunció que se "unificaban" las secciones canaria y nacional.
¿Por qué? Buena pregunta.
   Algunas voces alegaban la falta de presupuesto para dar dos premios en vez de uno, y otras, extraoficiales, llegaron a declarar que "la sección canaria no tenía nivel" (tócate los pies mihelmano).

   Hoy han anunciado al fin la lista de los seleccionados y resulta que no encontramos ni un sólo título en la sección "canaria-nacional-unificada y polivalente" que se pueda considerar cine canario.
   Sí, está un tal "Green card black rice" de Juan Carlos Falcón, pero por lo que veo está rodado fuera y en inglés. Y no sé si se me habrá colado algún otro; creo que "el chico del 3B" es de Centrífuga Producciones, pero podríamos sentarnos a discutir si es esto suficiente como para considerar "canaria-nacional" a la sección.
La pregunta es_ ¿Ha salido perjudicado el corto canario con la unificación de las secciones?-
   Y la otra pregunta es: ¿Está la situación audiovisual aquí como para ir perjudicando al corto canario?

   Muchos pensábamos que de ser cierto el argumento económico a la hora de unir las dos secciones, se respetaría una cuota de trabajos canarios dentro de la sección. Si se trataba de seleccionar 30 cortos, que al menos 10 fueran hechos aquí.
Pero va a ser que no...
   Va a ser que lo que interesa es llenar la sala, con trabajos de mas recorrido, de mas nombre, para justificar los presupuestos estatales.

   O no. O a lo mejor va a ser verdad eso de que el cine canario no tiene nivel... pero si fuera así... ¿cómo se explican que esto, "dos tomates y dos destinos" sí esté este año seleccionado... ¿va a ser porque es de Joaquín Reyes y el alomodovariano Carlos Areces?...
¿Es éste el nivel del que hablan? ¿éste sí tiene nivel?

   Claro que sí, vamos a promocionar nuestra cultura, proteger a nustros creadores, para así algún día crear algo parecido a una industria... ah que no...

   Como decimos en Canarias... arráyate un millo, Festival de Lanazarote...

sábado, 9 de marzo de 2013

En deuda


   Lo días previos a un estreno siempre son ajetreados.
Gestiones y cruce de emails con las salas de proyección, llamadas y mensajes a los compañeros realizadores con los que vas a compartir pantalla, retoques de última hora en el color o el sonido de tu corto, compilaciones, tuestes de dvds, pruebas de proyección etc etc...

   En esta ocasión, Adrián González, con quien ya había compartido pantalla en una ocasión anterior, me preguntó si no estaba nerviosos ante la inminencia del estreno.
   Lo cierto es que ya no, pues se trataba de decir otra vez mas o menos las mismas cosas ante mas o menos ante el mismo público.

   He leído la crónica que Josep Vialgeliu, quien también estrenaba su última obra, escribió en su blog acerca de este último estreno, así como la crítica siempre a tiempo y ya imprescindible de García Rojas en El Escobillón.
   Impecables ambas, por supuesto.

   Y hoy,  cuando me he sentado ante el ordenador, casi auto-obligándome a escribir algo sobre el tema, he caído en la cuenta de que ya estaba todo dicho. 
   Las formas y contenidos de las obras, la crónica de acontecimientos etc etc... ya está todo escrito, así que ahí están los links. No voy a repetirme como el ajo.

   Y eso me ha hecho reflexionar.
Otros ya lo han contado... y me he dado cuenta de que, al menos yo, me considero en deuda.

   En deuda con el Cicca, cuya gestión de los trámites para ceder la sala de proyección fue rápida, sencilla e impecable.
   En deuda con Pipi, la chica de la cabina de proyección, que se puso a nuestra disposición con una amabilidad y profesionalidad de las que ya no se ven.

   En deuda con el TEA y en especial con Emilio Ramal. De hecho el "cine leve" debe muchísimo (mas de lo que creemos) a Ramal y a la institución, ya que desde mi primera y ya lejana proyección en esa sala allá por el 2009, el interés y la colaboración que ha mostrado es el factor decisivo que le ha conferido a esta corriente cinematográfica un espacio propio y consolidado ya en el panorama cultural canario.
   Sinceramente, sin Ramal y sin TEA, muy dificil...

   En deuda con mi amigo David Delgado, que aunque en esta ocasión ninguna de mis dos películas estaban fotografiadas por él, se vino como siempre a mi casa a ayudarme a retocar colores, a compilar dvds, a actualizarme el equipo etc etc.
   La cosa no iba con él, pero aquí estaba probando las copias, comprobando discos externos a ver si se podía proyectar así o asá. Eso vale mas que cualquier cosa.

   En deuda con Eduardo García Rojas, ya que gracias a él, el "cine leve" ha empezado a ser tomado en serio a través de las críticas y comentarios en su blog, con un seguimiento fiel (que no incondicional) de la filmografía de esta tendencia desde cada vez mas lejano inicio.
  Sus reseñas anunciando los estrenos, y su posterior crítica, son ya citas ineludibles en este circuito, y han conseguido otorgarle una carta de presentación a nuestra filosofia de rodaje.
Nuevamente, gracias.

   En deuda con Manuel Díaz Noda, siempre interesado en mostrar fragmentos de las obras, en hacer llegar al público trocitos de levedad, en darle a este micro cosmos del cine independiente canario el valor y la importancia que otros medios no consideran.
   Entrevistas con actores como la reciente a Borja Texeira nos hace recordar que las películas no las hace el director en solitario, dato que a veces se olvida, ya que aún no he visto una retrospectiva a un actor.
   
   En la misma disertación, me siento en deuda, sí, con los actores (Cathy, Penélope, Ragüel) pero también con los miembos de los equipos técnicos (Mónica, Sergio, Pablo, Emma) a veces olvidados, que arropan los estrenos con su presencia. A esos si que es dificil hacerles una entrevista. "Entrevista con el sonidista de tal corto". O con la maquilladora. ¿Se lo imaginan? Pues están ahí, en todas las películas.

   En deuda con mis compañeros realizadores, Adrián y Josep, con los que compartir la experiencia, aprender, comentar, cambiar impresiones.
   Josep vino a Las Palmas a presentar su obra, cierto, pero también vino a convivir por un breve día con nosotros, y eso es mas importante para mi que cualquier película que podamos hacer.

   Y por supuesto, el público. Sin público ¿Para qué demonios íbamos a proyectar nada?
   Con las personas que se te acercan a la salida y te dicen lo que les ha parecido tu corto, como en esta ocasión hicieron Amaury Santana, Armando Ravelo o Enzo Scala.

  En deuda...

   Sí, ciertamente, nosotros hacemos la película, pero sin todos lo anteriormente nombrados, mas valdría que nos la comiéramos con papas.

domingo, 3 de marzo de 2013

Supernova

  
   Lo que va a pasar es que el Sol se convertirá en supernova, explotará y destruirá La Tierra, y entonces no quedará rastro de nuestros cortos ni nuestras películas.
   Pero ni de las tuyas, ni de las mías, ni de las de Scorsese ni Spielberg. (espero que las de Kubric sobrevivan)

   ¿Y de que nos habrá servido entonces tanto esfuerzo, tanta discusión en la red, tanto ego subidito y tanta mierda?

   Bueno. Podemos ponernos a ahorrar para construir una cápsula en la que mandar al espacio un disco duro con nuestros archivos por si alguien lo encuentra, algún alienígena o algo. Ayudaría saber si los extraterrestres tienen mac o pc, y si su entrada es usb o firewire.

   Nada perdurará mas allá de los límites de nuestra propia existencia. El fin del mundo es el día que te mueres.
   Y me jode, porque sé que se harán grandes películas después de mi muerte y yo me las voy a perder.

   Bueno. A lo mejor mi ateismo es erróneo y sí que existe el cielo y el infierno, aunque, la verdad, sería una putada ahora, después de haber incumplido casi todos los mandamientos.
   Me iría al infierno de cabeza, y Satanás me obligaría a ver "Belanglos" y "El Extraño" para toda la eternidad... por mis pecados, ya saben...

Así que ¿Qué nos quedará después?
El factor humano.
   Los amigos, los compañeros, las experiencias vividas, el aprendizaje como un fin en sí mismo.
   Por eso no creo en la ambición, en la carrera, en un futuro a costa de lo que sea. 
Me quedo con la honestidad y la fidelidad.
   Todo lo demás ya puede estallar junto con el Sol.