domingo, 28 de febrero de 2016

Nadie hablará de nosotros...

"NO ESTAREMOS HACIENDO HISTORIA, PERO AL MENOS ESTAMOS HACIENDO HISTORIAS"


   
   Esto era lo único que nos quedaba en el fondo. 
Somos muy conscientes de ello, de que los libros de historia del cine canario en el futuro, cuando hablen de esta época ni siquiera nombrará a la mitad de nosotros. 
Sí, Fresnadillo, Mateo Gil y quizás Quiroga o Toledo. Pero los demás ni existiremos.

   Y eso, fíjate tú, a mi me bastaba, la verdad. 
   Haber tenido la posibilidad de contar las historias que quieres contar ya es mas de lo que muchos han llegado a tener, a pesar de que nadie te vaya a reivindicar como creador en el futuro.

   Vamos, que nadie hablará de nosotros cuando estemos muertos. Ni nada quedará de nuestro trabajo mas allá de algún friki despistado que entre en la filmoteca a ver que hay allí.
   Ya ni siquiera se edita el dvd con el Catálogo de Canarias en Corto, que al menos era un soporte que podía perdurar, y ya ni hablemos de los cortos que han pasado por el Festival de Las Palmas durante todos estos años. ¿Alguien los recuerda?

   Ya podían estos señores del Festival haber editado un dvd con los seleccionados en el Foro Canario de cada año...

   Y sí. A mi me bastaba. No necesitaba nada mas que el simple acto creativo.
Pero hay que comer.

   No hace mucho un amigo actor, a mi juicio uno de los mayores talentos artisticos de este archipiélago perdido, me dijo que no podía rodar mi nuevo corto porque ahora vivía en la península y trabajaba en una oficina.

Hoy mismo una amiga actriz, de lo mejor que he visto en interpretación, me comentó que no iba a poder asistir al estreno de la peli que hicimos juntos porque se tiene que ir a trabajar a Barcelona, en algo que poco tiene que ver con la interpretación.







   Y esto es lo que hay. Mas pena da no tener para comer.
   Esta es la vedad de nuestro cine. El talento escapándose por las rendijas de una realidad laboral que condena a nuestros artistas a marcharse fuera porque aquí no da para comer. Y si al menos se fueran para poder desarrollar sus carreras artísticas pues me alegraría incluso dentro de la tristeza que me produce esta falta de industria cinematográfica en mi tierra.

Pero no. 

   Tengo un gran amigo actor que se fue a Madrid hace ya mas de cinco años y. salvo algún microteatro, lo único que ha conseguido es currar en Primark y en el Pan´s & Company.

Supongo que es ley de vida. Nos hacemos mayores. Quizás yo también hubiera optado por irme hace años si no tuviera aquí un hijo que nos necesitamos mutuamente.
El desencanto y la vida te golpea y ni te enteras.

   Y luego miras a la escuela de actores o los alumnos de imagen y sonido, y ves que ellos son como éramos nosotros, con los sueños intactos, y te dan ganas de gritarles que se dediquen a otra cosa.

Pero no lo haces.
Les hablas de lo guay que es hacer cine, de lo bonito que es, y vuelves a ver la misma ilusión y a escuchar los mismos argumentos en rostros diferentes, y sabes que dentro de diez años pensarán lo mismo que tú ahora y serán ellos los que vean la ilusión en el rostro de otros mas jóvenes.

Bueno, me voy a dormir.

martes, 23 de febrero de 2016

A mi no me representan

   
   Lo único que saqué en claro de mi paso por el servicio militar hace ya mas de veinte años fué un desprecio absoluto por la autoridad y por cualquier forma jerárquica de asociación.

   Estructuras con presidentes, vocales, tesoreros, vicepresidentes y cosas así también, quizás por lo mismo, me causan un rechazo instantáneo y automático. Es algo que no puedo evitar, aunque quisiera, que por cierto, no quiero.
   Y es que la edad me ha hecho recorrer ese camino que va desde el marxismo pragmático al anarquismo visceral.

   Y eso que soy consciente de que la unión hace la fuerza, de que la lucha colectiva es siempre mas efectiva que el tirador solitario.
   Pero es que de la teoría al hecho las cosas cambian, y se corrompen  para volverse peligrosamente imperfectas. Algunas voces hablan de mutación, no de corrupción.
No lo sé, la verdad.

   Luchar por una cuota de pantalla para el cine canario en los cines y en la televisión autonómica, facilitar las condiciones a personas físicas para acceder a ayudas y subvenciones, una red de distribución efectiva para las obras cinematográficas canarias, exigir que los festivales canarios llevados a cabo con dinero público no se conviertan en clubs privados donde solamente se contemple una única tendencia creativa (minoritaria o no, podemos debatirlo) en detrimento de otras formas y contenidos (mayoritarios, o no, podemos debatirlo).

¿Cómo no voy a estar de acuerdo con eso?

Pero ¿Es eso lo que se busca realmente?

Es que algunos de los nombres micro-asociados son los mismos que no hace mucho presentaron un escrito al Gobierno de Canarias, en referencia a la vuelta de las subvenciones, donde reclamaban que el dinero público (el de todos, el de tu tía, mi prima y la señora que vende ciegos en la esquina) debía dedicarse a apoyar unos lenguajes, narrativas, formas y contenidos determinados, que casualmente coincidían con sus tendencias personales, y no a obras de un corte mas clásico, que ellos consideraban obsoletos.

   Todo es discutible, por supuesto, menos el dinero de todos.
Sobre todo porque el dinero público debería servir para crear industria, y la industria necesita un mercado que precisa, a su vez, de un público que pague, y siento decirlo, pero el cine canario que podemos ver, por ejemplo, en el Festival de Cine de Las Palmas es un cine de espaldas al público mayoritario.

   Y no me entiendan mal. 
Me encanta que se haga todo tipo de cine, que se apoyen proyectos de todos los colores y formas. 
   La palabra clave aquí es "todos"... no solo lo que yo hago, o lo que yo considero que es la polla en salsa, porque habrá otros (mayoritarios o no, podemos debatirlo) que también piensan que lo suyo es la polla en salsa, y también pagan impuestos...

   Así que permítanme que dude de micro-historias y micro-asociaciones. Permítanme que dude que van a luchar por todos y permítanme que dude también de la premisa inicial. Me suena todo tan a Kremlin Cultural que solo puedo decir que a mi no me representan, y yo también hago cine en Canarias. 

   De hecho, no he dejado de hacerlo nunca, ni en 2012...

jueves, 11 de febrero de 2016

...Tan amigos. (...las tardes de Invierno por Madrid.)


   

   En el fondo, creo que fue, ante todo, un acto de amistad.

Sólo así se explica el que cuatro o cinco canarios de ambas provincias nos diéramos cita en Madrid durante tres días para rodar un cortometraje.
   Porque es en este tipo de experiencias donde se crea la amistad y la complicidad creativa, que les aseguro que es una de las pocas razones que aún me quedan para seguir dedicándome a esto.

   Un guión bien simple, con sólo dos actores y tres localizaciones. Un equipo reducido al mínimo, tanto que hubo veces que yo mantuve un Led con una mano y un difusor con la otra mientras trataba de ver el monitor, y otras en las que Borja, el actor, mientras no estaba en plano se encargaba de la toma de sonido.



   Una historia mínima, íntima, sutil, sobre la tristeza, la soledad y la pérdida. ¿Qué? ¿Que me repito? Puede ser ¿y qué?

   Un elenco artístico maravilloso. El actor Borja Texeira, a quien puedo llamar Amigo con mayúsculas en el papel protagonista y la joya interpretativa de Cristina Piñero, en nuestra segunda colaboración juntos y en esta ocasión productora asociada del cortometraje, en el rol femenino principal.



   Aprecié en ambos ese entusiasmo y ese amor por lo que estábamos haciendo , un entusiasmo que vale mucho mas que cualquier subvención de las administraciones públicas.



   Y en el equipo técnico no éramos tampoco muchos más. Damián, el novio de Cris mantenía algún foco cuando estaba por allí. 



   Mi hermano Sergio lo mismo te hacía la toma de sonido pértiga en ristre, que se quedaba fuera de la cafetería donde estábamos rodando para cuidar los equipos a siete u ocho grados de temperatura.



   Mi hijo Víctor hacía la claqueta, e incluso le dejé dar las voces de acción en uno de los planos.



Y finalmente, datrás de la cámara , el señor Pablo García Gallego.
   No es ya sus conocimientos técnicos, ni su increible capacidad para operar una cámara (Debo decir que en todos estos años dedicado al audiovisual no he visto a nadie capaz de mover la cámara en un slider al mismo tiempo que panea y transfoca con una distancia focal de un 85mm como lo que le he visto hacer a Pablo). Pero no es sólo eso.
   Lo que le convierte a mi juicio en un fuera de serie es su infinito entusiasmo por lo que hace, su desmedido amor por la imagen captada, vamos, su "flipe audiovisual" por decirlo de alguna manera.



   7:30 de la mañana por Madrid a 6 o 7 grados sobre cero, grabando recursos por Gran Vía y Plaza de España, y Pablo saltaba de alegría con los planos que su lente anamórfica le ofrecía.

un plano de "Amanecer"

   Y luego está la complicidad y la compenetración artística. 
Un plano secuencia. Cámara en mano.
YO: -¡Corten!
PABLO: Cojonuda!
YO: -¡Se caga la perra!
PABLO: -¡Buenísima!
   Sólo nos faltó cogernos de las manos y dar saltitos en corro. Ese entusiasmo y esa adrenalina de amor por el plano no lo ves todos los días.




   Y a pesar de ser cuatro gatos, de que Cristina hacía también de maquilladora, de que rodamos bajo la aparente precariedad del cine leve, estoy seguro que el resultado va a reflejar una realidad bien distinta.

La calidad de la cámara y sobre todo de la lente anamórfica con la que rodamos, en un rollito ahí en plan 70mm, va a dotar de una textura y estética final nuestro pequeño cortometraje que nada tiene que envidiar a otras producciones mas costosas.

un plano de "Amanecer"

Y si a eso le sumamos el trabajo de dos actores en estado de gracia...

   Bueno, pues eso, que el cortometraje se titula "Amanecer", que está rodado en Madrid por un grupito de amigos, con el presupuesto justo para cenar kebabs y almorzar bocatas, y que espero que les guste.

Y si no les gusta, pues mira, tan amigos... (que me quiten lo rodado...)